En este artículos queremos mostraros algunos de los errores de los padres con los hijos y que hay que intentar evitar dentro de su educación.
Ser padre no es fácil, eso lo sabemos todos. Educar e intentar guiar a nuestros hijos por un camino correcto, sobre el modelo educativo que nosotros tenemos, es complicado a veces. Las épocas cambian y los niños, cada día evolucionan más rápido.
Algunos errores de los padres con los hijos
Ser critico con tu hijo.
Cuando el niño viene a explicarnos una anécdota o a hablarnos de una situación que le plantea un problema o una situación en que ha tomado una decisión y esta no ha salido como él esperaba, criticarlo es lo último que tenemos que hacer.
Si lo interpelamos: “¡Será estúpido hacer algo así!” o “¿Cómo has podido hacer algo semejante?”, se dirá que es incapaz de comprenderle y que no hace más que juzgarlo. Con estas preguntas el niño se lo pensara dos veces antes de volver a acudir a usted.
Debemos ponernos en su piel, aunque por dentro pensemos que ha sido una mala decisión e intentar comprender que le ha motivado a tomar esa decisión. Apoyarlo e intentar orientarlo y mostrar nuestro total apoyo y confianza en él.
Si el niño quiere confesarle una falta, un error o una travesura, lo primero que debemos de hacer es felicitarlo por su franqueza, por su honestidad y sinceridad, antes de proceder a juzgar sus acciones. Dígale que se hubiera enfadado todavía más al descubrir que había ocultado esta falta, aunque toda acción tiene una reacción.
Otra manera de ser crítico consiste en estar constantemente detrás de su hijo haciendo reflexiones negativas: “Deja de fruncir el ceño así”, “Vuelves a llegar tarde”, “¿Has visto cómo has dejado la toalla?”, etc.
La abundancia de comentarios negativos lleva al niño a dudar profundamente de sí mismo y son afirmaciones que le desaniman y lo ponen nervioso, agudizando todavía más el comportamiento que queremos evitar. A nadie le gusta que le recuerden que hace las cosas mal y si encima es tu familia, menos. Hay que intentar ser más comprensivos, pero sin perder la firmeza de nuestra posición como padres.
Desvelar un secreto de tu hijo:
Tu hijo confía a tí y te pide que les guardes el secreto. Si lo promete, tiene que mantener la promesa. Si traiciona al niño nunca más volverá a confiar en usted.
Si no puede prometerlo, dile: “Lo que me estás explicando es una cosa demasiado importante / grave y tendré que decírselo a tu madre, que debe de saberlo”.
No podemos caer en la tentación de tapar una mala actitud por una promesa realizada, por no defraudar su confianza. Debes de hablarlo con tu hijo y explicarle el porqué no puedes guardarle el secreto.
Cuestionarle en términos de “¿Por qué?”:
El niño pequeño es incapaz de responder en términos de causalidad. Hacen las cosas de forma espontánea, sobre todo si son pequeños, sin preguntarse por las motivaciones o consecuencias. Para los mayores, este tipo de preguntas a menudo son culpabilizadoras. Debemos primar las preguntas “¿Cómo?”, ya que el “Cómo” es menos violento y le obliga a reflexionar tomando cierta distancia. No es lo mismo preguntar al niño ¿Por qué has pintado la pared? que ¿Cómo has pintado la pared? (tono de sorpresa)
Analizar, jugar ser psicólogo: Especialmente los adolescentes odian sentir que su padre lo comprende mejor que él mismo. Esta etapa de la vida de un niño / hombre es complicada. Los adolescentes reprochan a los adultos que no le comprendan.
Pero en esta etapa de su vida, les molesta todavía más la idea de que se pongan en su piel “Sé cómo te sientes: yo era igual a tu edad”, es un tipo de aproximación con la que hay que ir con pies de plomo.
Algunos niños pueden apreciar este sentimiento de empatía y este tono de confianza. Pero la mayoría pensarán que, en su época las cosas no eran igual y que por lo tanto estamos mintiéndoles.
En lugar de analizar al niño, es mejor ayudarle a comprenderse a sí mismo, a través de reformulaciones y preguntas.
Como educadores también cometemos faltas, y estos son algunos de errores de los padres con los hijos que debemos intentar evitar.