Qué hacer si mi hijo quiere hacerse un piercing o un tatuaje

A muchos padres les entran dudas cuando tienen que preguntarse qué hacer si mi hijo quiere hacerse un piercing o un tatuaje. Lógicamente, no es lo más acertado para un adolescente, pero sabes que tu hijo insistirá y te intentará convencer hasta que lo consiga.

Para ello, lo mejor es dialogar con él e intentar saber el porque mi hijo quiere un tatuaje y porque a tomado esa iniciativa. A continuación, tenemos algunos consejos ante la pregunta de si mi hijo quiere hacerse un piercing que hago.

Qué hacer si mi hijo quiere hacerse un piercing o un tatuaje

Discutir e intercambiar argumentos

Eso es lo primero que hay que hacer. ¿Por que mi hijo quiere un piercing o un tatuaje? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Es consciente de las consecuencias?

Querer un tatuaje o un piercing no significa que su hijo tenga un problema psicológico. Para la mayoría, es un signo que les permite pertenecer a su grupo de referencia o distinguirse de los demás, una ayuda para definir su personalidad.

Tanto para las chicas como para los chicos, puede tratarse de una marca de seducción. O, de nuevo, de una manera de afirmarse contra sus padres y su generación.

Tal decisión debe tener en cuanta ciertas consideraciones:

• A corto plazo: La operación tendrá repercusiones dolorosas y hay que tomar precauciones: nada de exposición al sol, nada de piscina, riesgo de infección, etc.

• A largo plazo: Look particular, riesgo de juicio social, marcaje definitivo, borrado de tatuajes muy difícil.

• Las alternativas existen, como el tatuaje provisional o pendientes de clip.

• Dale también claramente tu opinión. “Debo decir que nunca me han gustado este tipo de cosas, aunque entienda tu petición.”

Tomar una decisión

Tras haber discutido, tendrá que tomar una decisión sobre hacerse un piercing su hijo. Dependerá de sus convicciones, pero también de la petición de su hijo, de lo que puede tolerar o no. Al final, sólo hay tres posibilidades:

Da tu consentimiento, convencida por los argumentos de tu hijo adolescente. Su petición le parece razonable. Tiene casi dieciocho años, y estima que tiene que ser él quien tome ese tipo de decisiones. “Quieres un piercing, de acuerdo, te apoyo, pero quiero que sepas igualmente que no me gusta esta idea.

Llega a un compromiso, relativo al lugar o a la representación del tatuaje, o relativo al lugar del piercing. O, sencillamente, pide un poco de tiempo. “Creo que vale la pena reflexionar bien en la medida en que este acto compromete a largo plazo. Si todavía tienes ganas dentro de seis meses, te daré mi autorización.”

No. En este caso, expón claramente tus convicciones. “Estoy en contra de todo aquello que pueda modificar su cuerpo de forma permanente. Eres demasiado joven para este tipo de decisiones. Puesto que necesitas mi autorización, no te la doy. Veo demasiados riesgos. Sé que tenías muchas ganas y lo siento. Cuando tengas dieciocho años, tú decidirás, pero por ahora decido yo.

Intenta llegar a un acuerdo si tu hijo quiere hacerse un piercing y piensa en la mejor forma que puedas hacerle entender que es demasiado joven. Seguro que  lo lográis.