¿Te has propuesto, este verano, viajar algo más ligero de equipaje? Que tal unas vacaciones para encontrar pareja y e irte para conocer sitios para conocer gente
Siguiendo estos consejos, lograrás salir de la rutina, la mejor forma de desconectar que hay, y sacar más provecho a tus vacaciones y tiempo libre.
Vacaciones para encontrar pareja
Pasamos gran parte del año deseando la llegada de este merecido período de descanso, por lo que es momento de aprovechar para salir y disfrutar del verano. El curso laboral es largo y las semanas de descanso estival se convierten en el momento ideal para hacer una puesta a punto integral, poner el contador a cero y cargar las pilas. «las vacaciones consisten en no tener nada que hacer y disponer de todo el día para hacerlo».
Sea cual sea tu destino, libérate de la presión del reloj, intenta abrirte a lo nuevo y cede terreno a la improvisación para conocer gente nueva y quizás hasta encontrar pareja y el amor. Y es que, según los expertos, las mejores vacaciones son las que nos permiten romper con las rutinas del año.
No cargues con el trabajo en tus vacaciones
No hace falta viajar a la otra punta del mundo para desconectar de nuestras responsabilidades. De hecho, la mayor distancia con el trabajo o con nuestras obligaciones diarias no es la física, sino la mental. Si los días previos a tus vacaciones fueron muy estresantes, date unos días de margen. Pasado ese tiempo, desconecta el modo «alerta» y cuelga el cartel de «Cerrado por vacaciones».
Evadirse es más fácil cuando salimos de la rutina y, sobre todo, cuando nos mantenemos concentrados en una actividad que requiere un esfuerzo físico -una excursión, un deporte, et. – o cierta actividad mental -leer, hacer crucigramas, cocinar, etc.-. Así que, si te invade el agobio, ¡pasa a la acción!
Flexibilidad al poder. Planificar cada segundo de tu día es la forma más rápida de estresarte al entrar, de nuevo, en las obligaciones y horarios establecidos. Organiza la jornada en función de una o dos actividades y deja que el factor sorpresa se encargue del resto. Pensar «no puedo irme de aquí sin ver…», «tengo que volver moreno», etc. es una presión añadida. Sustituye las necesidades -todos esos debería» o «tendría que» – por deseos lanzados al viento «me gustaría», «ojalá nos dé tiempo para..» etc.-.
Reduce la marcha. «El mayor placer, sin mezcla de fastidio,es el descanso». Bajar el ritmo permite recuperar fuerzas y vivir los días de asueto a cámara lenta, con los sentidos puestos en lo que hacemos y sentimos.
Disfruta de las pequeñas cosas, unas vacaciones con los amigos, saborea cada bocado, escucha a las personas de tu entorno, contempla el paisaje. Si lo crees necesario, guarda el reloj, pon el móvil en silencio y olvídate unos días de la televisión, todo lo que creas conveniente para encontrar la calma, disfrutar del entorno y conectarte con tu interior, tus gustos, tus deseos y anhelos. «Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte».
Viaje al presente. Son tantas las sorpresas que encierra cada nuevo día que, en vacaciones, es más fácil instalarse en el «aquí y ahora». Sabrás que lo has logrado porque dejarás de preocuparte por cosas que no merecen la pena y de dar vueltas a asuntos sobre los que no tienes ningún control.
Estar pendiente todo el tiempo de lo que está por venir no ayuda a disfrutar de las vacaciones. Intenta vivir cada nevo día como un regalo de la vida, valorando, por ejemplo, el placer de levantarse cada mañana sin despertador, de desayunar al aire libre, de echarte la siesta, de llevar ropa más cómoda, et.
Para experimentar nuevas sensaciones y placeres , algo especialmente útil si no viajas a un lugar desconocido, vale la pena introducir ciertas variaciones en tu día a día.
Renueva hábitos. Sal de la rutina y permitete romper alguno de los hábitos que menos te gusten -coger el coche para ir a todas parte, seguir un horario estricto de comida, etc. e introduce uno nuevo que te resulte estimulante- -empezar el día con un zumo natural, dar un paseo en bici al atardecer, comprar flores frescas, etc. Aunque sea algo pequeño, tendrá un gran impacto, pues el cerebro, extremadamente rutinario, se verá obligado a cambiar el chip.
Sé creativo. Aléjate del «programa oficial» y haz cosas que no hacer normalmente: bañarte a la luz de la luna, preparar un picnic, acampar en la montaña, salir de fiesta hasta la madrugada y ver amanecer, etc. Los lugares para conocer gente pude ser cualquiera y en cualquiera de ellos, quizas puedas ver a conocer gente interesante que después se transforme en algo más. Las vacaciones brindan la posibilidad de traspasar los límites de lo conocido y explorar nuevos lugares -playas, rutas de «trekking», museos, etc.- conocer a gente nueva o probar una nueva actividad lúdica. ¡Déjate sorprender!
Unas vacaciones originales con los amigos para encontrar pareja
Los compromisos y exigencias -familiares, laborales, etc. -están tan instaladas en nuestras rutinas diarias que, aveces, seguimos con la inercia, olvidado que ¡estamos de vacaciones! Aprovecha para compartirlas con los amigos, salir juntos, alquilar un apartamento o casa rural y disfrutar, saliendo y conociendo gente nueva.
Mete en la maleta tu lista de buenas intenciones. Escribe en un papel tus propósitos para estas vacaciones: comer sano, evitar las quejas, practicar la paciencia, reír y hacer reír, encontrar el amor, conocer chicas, leer más… Y revisa la lista de vez en cuando para recordar cuáles son tus prioridades.
Sobre todo si viajas con amigos o familiares, negocia aspectos con el reparto de responsabilidades, las actividades que haréis juntos o por separado, etc. Lo más importante de todo es no caer en extremos. Renunciar a lo que te apetece hacer por los demás es tan peligroso como tratar de imponer tu voluntad contra viento y marea.