Dolor dental, como nos afecta a los hombres

Dolor dental,  como nos afecta. Cuando los dientes «protestan», se disparan todas las alarmas y no es para menos, ya que el dolor dental que causan puede llegar a ser muy intenso y molesto.

Por esta razón, es conveniente saber, en todo momento, cuál es la causa del dolor y hacer todo lo posible para evitar que el problema vaya a más.

Dolor dental como nos afecta

A pesar de su extraordinaria dureza, los dientes pueden resultar muy frágiles, ya que están expuestos a una gran cantidad de sustancias que erosionan su superficie y comprometen su integridad. Para conservarlos en las mejores condiciones, es importante mantener una higiene bucal adecuada y tratar de prevenir las dolencias que pueden afectarlos.

Cuando tenemos sensación de «pinchazo», es la llamada sensibilidad dental: Se trata de un trastorno que produce un dolor dental intenso y de corta duración. Aparece, sobre todo, cuando se toman alimentos dulces o bebidas muy frías o muy calientes. Es un problema común (afecta al 33% de la población) que puede cronificarse, sobre todo a partir de los 40 años.

El dolor dental causas que pueden provocar, son algunas molestias que aparecen como consecuencia del desgaste del esmalte, la capa exterior del diente, que deja al descubierto la dentina, la capa que está justo debajo y que cuenta con un gran número de terminaciones nerviosas. Los cepillados bruscos o determinados alimentos  son los principales enemigos de los dientes sensibles y de la aparición de esta dolencia.

Como medida inicial, pueden usarse geles, enjuagues o dentífricos especiales para tratar la sensibilidad dental. Si las molestias son muy acusadas, será conveniente acudir al dentista, por si necesitáramos un tratamiento para dientes sensibles complementario y descarta otras dolencias, como, por ejemplo, las caries. Es conveniente tratar los dientes con especial cuidado, sobre todo cuando se tienen más de 35 años, eliminando los alimentos ácidos de nuestra dieta.

La presencia de manchas en los dientes «caries»: Aunque es una dolencia que puede cursar sin síntomas cuando la caries en los dientes es muy grande, afecta al nervio o causa fracturas en el diente, suele provocar un dolor punzante y muy intenso. La principal señal de su presencia es la aparición de manchas o agujeros visibles entre los dientes. Las causas de las caries, son los ácidos presentes en la placa del sarro dañan el esmalte y crean orificios que, si no se tratan, destruyen el interior del diente. En algunos casos, puede suponer la pérdida del mismo.

 El dentista eliminará la parte afectada y la sustituirá por un material de relleno que puede ser de resina, porcelana, aleaciones de plata, etc. Si la caries está muy extendida, se recurrirá a la colocación de una corona o funda dental. Debemos saber como prevenir la caries, y para ello, además de mantener una correcta higiene bucal, es necesario limitar el consumo de alimentos que dañen el esmalte como todos aquellos que contengan azúcares en su composición (dulces, patatas fritas, galletas, etc.).

Encias sangrantes «gingivitis»: Se trata de la inflamación de los tejidos que sostienen el diente. Sus principales síntomas son el dolor, la inflamación y el sangrado de las encias, que suele tener lugar de forma espontánea, por ejemplo, al cepillar los dientes o utilizar la seda dental. Esta dolencia aparece como consecuencia de la acumulación de placa de sarro en las encías. La forma de como prevenir el sarro, será  eliminándolo de forma periódica, sino las bacterias y las toxinas atacan e irritan las encías.

El primer paso será retirar la placa de sarro mediante una limpieza bucal exhaustiva realizada por un higienista profesional o por el mismo dentista. En algunos casos será necesario recurrir a un curetaje dental, un procedimiento que permite eliminar la placa más rebelde y que puede requerir anestesia. Para curar las encias sangrantes, la mejor medida es cepillarse los dientes tres veces al día, utilizar hilo dental a diario para eliminar los restos de comida y acudir al dentista una o dos veces al año para someterse a una limpieza profesional.

Molestias por la mañanas «bruxismo»: Es el hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes, generalmente por la noche, aunque también puede producirse durante el día. Es un dolor que no sólo puede afectar a los dientes, sino también a la mandíbula, la cara, las sienes y los oídos, incluso, en algunos casos, toda la cabeza. Es muy habitual que aparezca a primera hora de la mañana. Con el tiempo, esta presión constante puede deteriorar la superficie del diente e, incluso, provocar la ruptura del mismo.

Los sintomas de bruxismo y sus causas suelen aparecer como consecuencia de la tensión nerviosa.Se puede utilizar un férula de silicona confeccionada a medida por el dentista para proteger los dientes durante las horas de sueño y, de esta manera, evitar el desgaste. En algunos casos, es útil realizar ejercicios de tipo fisioterapéutico. Es necesario controlar el exceso de tensión nerviosa a través de técnicas de relajación como los ejercicios respiratorios, el yoga y el taichi, etc. Tomar una infusión relajante antes de acostarnos nos ayudará a tener unos sueños más tranquilos.

Hay una serie de costumbres que, de forma gradual, van erosionando la superficie de los dientes. Evitarlas y tener una buena limpieza bucal diaria nos ayudará a prevenir muchos problemas.

• Morderse las uñas: No sólo estropea las manos, sino también la dentadura, ya que la somete a diario a una agresión constante.

• Utilizar dientes como tijeras: Corta un hilo, abrir una bolsa… Los dientes pueden ser una herramienta muy útil en algunos casos, pero no están diseñados para ello.

• Utilizar cepillos demasiado duros: Nos dan la impresión de que son más efectivos contra la placa dental pero, en realidad, resultan más perjudiciales que beneficiosos. Es mejor elegirlos de dureza media.

Ya sabes, no olvides cuidar tu boca, la higiene bucal todos los días es imprescindible para tener unos dientes sanos y bonitos.  Y lo más importante, hacer las revisiones periódicas a tu dentista para tener una de las mejores sonrisas.