La labor del padre en la enseñanza y el razonamiento de tu hijo juega un papel fundamental en lo que se refiere a la educación y como será tu hijo en un futuro.
Los niños van construyendo la realidad a través de lo que observan, de lo que se les cuenta, y de cómo se les explica. Por eso la labor del padre en la enseñanza y el razonamiento de tu hijo es muy importante.
Cuando se les dan razones, se les exponen y aclaran las cosas, y se argumentan los porqués, el mundo cobra sentido y coherencia. La realidad para ellos no es similar a la que percibimos los adultos, sino la que han ido conformando en su mente a partir de su experiencia.
La labor del padre en la enseñanza y el razonamiento de tu hijo
Los niños desconocen muchas cosas, y otras no se las explican. El mundo, tal y como lo tenemos organizado, les resulta en muchas ocasiones sorprendente e inexplicable, por ese motivo es muy importante la enseñanza a los hijos.
Lógicamente será necesario ajustar la forma de explicar las cosas y la enseñanza de padres a hijos con la edad del niño, pero buscando siempre la mayor sinceridad posible. La explicación debe adaptarse al lenguaje y al nivel de comprensión de cada niño, pero en cualquier caso se trata de ofrecer la verdad. Es necesario razonar las cosas, argumentarlas, ofrecer una explicación razonable que no se venga abajo a la primera de cambio. El silencio por respuesta, el “porque sí” ó la mentira tienen un alto coste.
Los hijos suelen hacer muchas preguntas para intentar entender la realidad y aclarar todo un mar de dudas. Los padres no tienen por qué tener necesariamente las respuestas a todo las preguntas que les formulan. A veces, las preguntas pueden resultar comprometidas.
No es razonable evadir las respuestas, quedarse callado ó responder con una mentira. Los niños son muy sensibles a las mentiras. Tampoco resulta conveniente hablarles como si lo supiéramos todo. En ese caso podemos aprovechar la ocasión para encontrar y descubrir juntos esas respuestas.
Debemos decidir la conveniencia de las respuestas, ponerles ejemplos sencillos que puedan entender ó hacerles ver que aún son pequeños para comprender algunas cuestiones. Conviene ser sinceros a la hora de responderles.
Una buena enseñanza y un buen razonamiento a tus hijos, hace que respeten a los demás y se sientan más seguros con ellos mismos a la hora de afrontar dificultades.